lunes, 2 de noviembre de 2015

Splendid's (Teatro Valle-Inclán)

Ya hace unos cuantos años que vimos una versión de Splendid's dirigida por José Carlos Plaza que nos pareció bastante sosa y fría, pero comparada con esta de Arthur Nauzyciel era The Rocky Horror Picture Show. Para empezar ponen un corto malísimo de Jean Genet (si lo firmara un Jean Dupont, estaría olvidado en un sótano sin perspectivas de volver a ver la luz del sol). Bueno, pensamos, a lo mejor lo ponen para contrastar. Pero qué va, lo que viene es peor. El corto solo sirve para comprender algunas claves de la puesta en escena y para dar el tono a las amaneradas actuaciones. Para definir la obra en sí, el adjetivo aburrido se queda corto, habría que inventar un nuevo concepto. De hecho, parece que está hecha así a propósito, como si se hubiera reunido un comité para buscar los métodos más efectivos de amodorrar al personal.


Pero no, el resultado está demasiado conseguido como para ser obra de un comité, solo puede ser la creación de un genio del mal, un dios destructivo o un psicoanalista lacaniano. La cosa consiste en soltar a los actores en medio de un decorado que sufre gigantismo y que estos, más que interpretar, se pongan a recitar el texto. Y poco más puedo contar, porque a los veinte minutos o así desconecté por completo. Los chicos hablaban y hablaban mientras que yo me entretuve buscando los seis grados de separación entre Max Schreck y Willem Dafoe y repasando algunos grandes éxitos de Jeanne Moreau. Entre tanto, un goteo constante de abandonos y desfallecimientos varios. Al final, la parte del público que no se había quedado catatónica aplaudió con moderación, más allá de algún caso aislado de abucheo y pataleo por allá y alguno puesto en pie por acá, aunque no podemos descartar que se tratara de un calambre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario